
El descenso de los precios ha
permitido que personas de menor poder adquisitivo puedan acceder a estos
servicios. En la actualidad la mayoría de los ciudadanos tienen recursos para
someterse a los tratamientos estéticos. Este aumento de la demanda ha llevado a
las enseñas del sector a la especialización y al aumento de su oferta. Por
ejemplo, combinar la estética con actividades de otros sectores como la
herboristería y la dietética.
A la hora de invertir en un
negocio del sector de la estética debemos conocer cuáles son sus ventajas. No
es necesario tener un local de grandes dimensiones para abrir un establecimiento,
la media de empleados es de tres por establecimiento y la inversión necesaria
no es muy elevada. Lo importante para
obtener el éxito es ofrecer al cliente un servicio de calidad a un precio
asequible.